Un aspecto de máximo interés para los estudiantes suele ser la ubicación laboral que resultará de la aplicación de la Ley del Servicio Social al concluir los estudios. Hay que decir que esta ubicación debe ser vista en principio como transitoria, y la misma puede influir en el futuro desarrollo profesional pero no lo determina.

Durante la prestación del Servicio Social, los graduados tienen todos los derechos y deberes que conciernan a su condición de trabajadores y reciben el salario que les corresponda de acuerdo con las disposiciones salariales vigentes.

La institución que reciba al graduado tiene el deber de preparar un plan de adiestramiento de acuerdo con las ramas profesionales en el cual pueda realizar actividades que lo ayuden en su crecimiento profesional, así como le posibilite tener contacto con trabajadores de mayor experiencia.

Una vez concluido el Servicio Social, el graduado puede permanecer en la ubicación recibida, siempre que exista esa posibilidad como “plaza” permanente y el graduado lo desee. De igual forma, puede trasladarse hacia otro centro de trabajo más acorde con sus intereses, comodidades o aspiraciones.